LA CONCEPCIÓN VTQUIANA DE «SOCIEDAD CIVIL»
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[...] no es un fruto fuera de estación, sino uno de los focos de luz màs
potentes en los cuales se concentrara la especulación humana durante el si­
glo XVIII, no tanto por haber recogido en su seno la màs rica herencia del
pasado, sino por anticipar la màs vàlida conquista del pervenir4 .
Pero cuando el pensamiento està determinado por una visión pro-
fundamente critica y, en ùltima instancia, revolucionaria, que tarde o
temprano genera una nueva concepción del mundo y de la historia, da
la impresión de hallarse ajeno a la circunstancia inmediata del ambiente
social y cultural que lo, circunda, lo que, no sin frecuencia, motiva el re-
chazo de quienes, absorbidos por los prejuicios y la enajenación caracte-
risticas de su època, no pueden comprender - casi siempre por temor -
el nuevo contenido, la nueva estructura especulativa y organizacional, al
que, a la luz de dicho pensamiento, apenas acaba de nacer.
2.
La Sociedad Civil en la batista viquiana.
Jurisconsulto, filòlogo, po ­
eta, profesor de retòrica y, sobre todo, filòsofo, pudo Vico - no pocas ve-
ces, asistido por la fantasia creadora y, si se quiere, dialéctica - destejer
los tupidos nudos de los origenes de la sociedad moderna y particolar­
mente los fundamentos sobre el modo de vida que la modernidad com­
porta, asi corno también sus inescindibles implicaciones hermenéuticas,
teoréticas y metafisicas. Vico comprendiò que la integridad de la socie­
dad civil descansa en la fantasia de los hombres, corno elemento fun-
dante, es decir, corno soporte efectivo, de sus necesidades inmediatas.
La religiòn, el lenguaje y la elocuencia son esenciales para la ley, la poli­
tica y el Estado, y éstas nunca podràn alcanzar la categorizaciòn abs-
bito ètico y polìtico, los cuales, tanto para Vico corno para Hegel, adolecen de la capacidad
reconstructiva de las formas histórico-culturales que las hacen surgir y en virtud de las cuales
es posible hallar
la coincidentia de las oposiciones.
Por supuesto que entre ambos autores exis-
ten diferencias, sin duda, importantes. El trabajo de hacerlas explfcitas es una labor herme-
néutica que no forma parte del interés de estas pàginas. El resto es mera accidentalidad, de
poco valor desde el punto de vista del contenido filosòfico propiamente dicho. Respecto de
Marx, quien manifestara explfcitamente su admiración por Vico, conviene decir lo mismo.
No obstante, cabe recordar, ademàs, un senalamiento de Piovani que, quizà, contribuya a acla-
rar algunas dudas con relación al contenido del presente trabajo: « [...luna viquiana filosofia
de la praxis [ . . . ] - pero - no corno anticipación al siglo XIX, tratando de hacer del viquia-
nismo un esbozado marxismo teòrico
ante litteram
: elio seria una ofensa, tanto para Vico co­
rno para Marx... Las màs ilustradas sugerencias exegéticas, presentadas con seriedad y dis-
creción, siempre se han diferenciado de las confusiones ridiculas y de las falsificaciones de afi-
cionados a las que inevitablemente los clàsicos han estado y estàn expuestos» (P.
PIOVANI,
In-
troducción al pensamiento de Vico
, tr. esp. Caracas, 1987, pp. 62-63).
4 Cfr.:
G . GENTILE,
Studi vichiani
, Firenze, 1968, p. 112.
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