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JOSÉ RAPAEL HERRERA
partiendo del sentido comun10, estudia hasta las màs infimas especifici-
dades de lo diverso. Vico estudia la certeza en sus accidentes a fin de re-
construir lo verosimil y conquistar la verdad. La cadencia de desarrollo
de la mente humana, que va desde los sentidos a la imaginación y de la
imaginación al saber, puede sorprenderse a si mismo mediante el es-
fuerzo reconstructivo de la historia de la humanidad, que la mente, no
sin heroismo, està en capacidad de realizar. Tal reconstrucción parte, ne-
cesariamente, de la
re-creación
de la època de los sentidos al surgimien-
to de la
Imaginatio
, hasta el momento en el cual se conquista la època de
la razón.
Es por eso que la distinción presupuesta e impuesta por la filosofia
moderna entre las acciones individuales de los hombres y el sistema po­
litico y juridico de la sociedad es, para Vico, una vana inflexión. Lo que
en nuestros dias se ha dado en llamar «la sociedad civil organizada», co­
mo un cuerpo independiente, es decir, ajeno al resto de la organización
juridico-politica del Estado, es una mera ficción. Los hombres son, en
realidad, los demiurgos de las formas y de los contenidos sociales, cul-
turales, politicos e históricos: los auténticos creadores del material del
que està compuesta la totalidad de la sociedad humana en su conjunto
complejo y contradictorio; por lo cual, el proceso objetivo de su recons­
trucción es pienamente cognoscible por la
mente humana.
De universi iuris uno principio etfine uno,
de 1720 y
De constantia iu-
risprudentis,
de 1721, fueron, apenas, las premisas indispensables para
la construcción de està concepción metafisica del
Derecho universal.
Pe­
ro sólo es con la lenta y paciente maduración de la
Scienza nuova
11 que
Vico logra descifrar
los origenes de las cosas divinas y humanas entre las naciones gentiles, y
establece un sistema de derecho naturai de las gentes que perdura con total
10 Para Vico, el sentido comun comporta la actitud social colectiva de cada individuo, de
cada comunidad o de cada región, que regula la vida social y los actos de los seres humanos
de acuerdo con las costumbres y tradiciones que comparten o que tienen, precisamente, en
comun (cfr. ivi, § 46 ss.)
11 En el ensayo titulado
Las dendas humanas y lafilosofia de la historia entre Vicoy Marx,
Paolo Cristofolini senala lo siguiente: «Si examinamos los componentes estructurales de la
Scienza nuova,
podremos detectar un reconocimiento (sumamente avanzado para su epoca)
del juego entre constantes y variables. Las constantes son los fundamentos naturales en los
que se lleva a cabo el proceso (necesidad y utilidad), la dirección de acuerdo con la cual se
mueve (la providenda), y su ritmo ciclico (corsi e ricorsi); las variables son las circunstancias
de tiempo y lugar que condicionan las diferentes historias de los diferentes pueblos» (en:
Vi­
co y Marx,
G. Tagliacozzo comp., tr. esp. México, 19902, p. 316). Precisamente, lo que sus­
tenta el discurso viquiano sobre la historia ideal y eterna, igualmente se sustenta, como en el
caso de Marx, en la génesis y desarrollo de la sociedad civil.
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