LA CONCEPCIÓN V1QUIANA DE «SOCIEDAD CIVIL»
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igualdad y constancia a lo largo de las tres edades por las que los egipcios
dejaron dicho haber caminando durante todo el tiempo del mundo tran-
scurrido: esto es, la edad de los dioses, en la que los hombres crei'an vivir
bajo los gobiernos divinos y todas las cosas les eran ordenadas mediante los
auspicios y oràculos, que son las cosas mas viejas de la historia profana; la
edad de los héroes, en la que éstos reinaron en todos los sitios mediante repu-
blicas aristocràticas, basadas en una cierta diferencia por ellos manifestada
de su superior naturaleza respecto a la de los plebeyos; y, finalmente, la edad
de los hombres, en la que todos se reconocieron ser iguales en cuanto a su
naturaleza humana, por lo que primeramente se constituyeron las republi-
cas populares y finalmente las monarquias, siendo ambas formas de gobier-
no de los hombres12.
Se trata, en efecto, de los fundamentos sobre las cuales Vico eleva su
reconstrucción del «derecho naturai de las gentes dentro de los de la hu­
manidad de las naciones» y, mas precisamente, de «la generación de las
costumbres humanas», en abierta oposición con aquellas interpretacio-
nes juridicas y politicas que la mayor parte de sus antecesores y de sus
contemporaneos - como dice Vico - mas que razonar, habìan imagina-
do. El mundo de las gentiles naciones ha sido creado por los hombres,
por lo cual, sus verdaderos principios han de encontrarse dentro de la
naturaleza de nuestra mente y en la fuerza de nuestro entender.
3.
Societas in fieri.
En consecuencia, el mundo de las formas sociales
y politicas no es el resultado de las robinsonadas13, sino de las costum­
bres de los pueblos que, en medio de su progresivo cambio productivo,
van portando con ellos sus diferentes constructos objetivos. Se trata, ni
mas ni menos, que de la sintesis productiva del hacer y dei saber, que se
presenta como la compenetración de la autoconciencia y de la sustancia
o, si se quiere, del sujeto y del objeto. Es de ahi de donde surge, en Vi­
co, la transfiguración de la historia cronològicamente entendida en his­
toria
ideal y eterna
; historia que, a la vez, los nuevos cambios y modifi-
caciones en la forma de vida de los pueblos, lejos de refutar, enriquecen
y hacen concrecer. De modo que la efectiva confirmación de la eterni-
dad de la historia està directamente relacionada con su efectiva deter-
minación temporal, tal y corno lo advertia Marx en la ya citada
Tesis VI
sobre Feuerbach. Se trata, pues, de una
fenomenologia
en la cual el mo-
vimiento de la unidad infinita sólo puede adquirir consistencia reai en la
12
Cn44,
voi. I, p. 55.
13
Cfr.:
K.
M arx ,
Elementos fundamentales para la critica de la economia politica
(1857-
1958), I, México, 1982.
1...,147,148,149,150,151,152,153,154,155,156 158,159,160,161,162,163,164,165,166,167,...272