LA CONCEPCIÓN VIQUIANA DE «SOCIEDAD CIVIL»
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primitivas formas de Estado, van progresiva e históricamente creando
las condiciones para que, finalmente, y con el advenimiento de la època
moderna, los intereses individuales o particulares, vayan cobrando cuer-
po, a objeto de que las iniciativas privadas sean debidamente estableci-
das.
Quienes, siguiendo el modelo prefijado de una vida salvaje pero ino-
cente, piena por la sencillez de las costumbres de los pueblos bàrbaros,
desconocen de plano la
naturaleza
del
espiritu
y su concreción, son los
mismos que piensan, paradójicamente, que las necesidades particulares,
los goces, las comodidades y su consecuente satisfacción, son fines ab­
solutos en si mismos. Pero en verdad, la
naturaleza del espiritu
no se re­
duce ni a la simplicidad de las costumbres ni al goce de lo particular. Mas
bien, la sencillez naturai y la satisfacción inmediata, tienen que ser ele-
vadas a la condición del saber, a fin de que, una vez domesticadas, pue-
dan superar la mera exterioridad; tienen que ser conscientizadas, a ob­
jeto de que lo que
aparece
corno algo extrano a si, sea reconocido corno
resultado de la propia producción, integrando, de este modo, lo generai
a la existencia particular y deviniendo
eticidad.
Mas no basta con la fuer-
za coercitiva:
Donde los pueblos se rigen por las armas, de modo que no tengan en el-
los sitio las leyes humanas, el ùnico medio de someterlos es la religión30.
Es probable que Hegel no conociera a Vico. Pero Hegel pareciera es-
tar «recordando» las ensenanzas viquianas, derivadas de la
Scienza nuo­
va,
cuando afirma31, en la
Filosofia del Derecho,
que:
[...] la sociedad civil es la diferencia que se pone entre la familia yel Esta­
do, aunque el perfeccionamiento de ella se sigue mas tarde que el del Esta­
do; ya que la diferencia presupone al Estado, al cual ella, para subsistir, de­
be tener ante si corno algo autònomo. La creación de la sociedad civil per-
tenece, por lo demàs, al mundo moderno, el cual sólo deja que hagan su de­
recho a todas las determinaciones de la idea. Si el Estado es representado
tomaron bajo su protección a los dcbiles, que debido a que no portaban otra cosa que la vida,
recibirian la condición de fàmulos, suministràndoles los medios para conservar su vida; el nom-
bre ‘familia’ deriva de famulos, que fueron un esbozo de los esclavos que parecieron poste­
riormente mediante la cautividad de la guerra. [...] El origen de las familias, sobre el que des­
pués surgieron las ciudades. [...] El origen de la construcción de las ciudades. [...] El origen
de las jurisdicciones. [...] El origen de la expansión de los poderes publicos. [...] El origen del
Estado. [...] El origen de la fama, de donde deriva el nombre de ‘fàmulos’ » (ivi, p. 47).
30 Ivi, p. 113.
31 Y en este aspecto, Marx coincide pienamente con Hegel. Conviene, en este sentido,
cfr.:
Elementos fundamentales para la critica de la Economia Politica,
s. XXI, Mexico, 1983.
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