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JOSÉ RAFAEL HERRERA
largo tiempo en las tierras en que se encontraban por fortuna en los tiempos
de los primeros rayos, devinieron senores de las mismas por la ocupación
tras una larga posesión, lo que constituye la fuente de todas las propiedades
del mundo[...l Algunos llegaron a ser en aquellas posesiones los principes
de las llamadas «gentes mayores», de las queJupiter sera el primer Dios [...]
Fueron las casas nobles antiguas, ramificadas, en rnuchas familias, de las que
se compusieron los primeros reinos y las primeras ciudades. De ahi nos han
quedado aquellas bellisimas frases heroicas de los latinos:
condere genles,
condere regna, condere urbes;fundare gentes, fundare regna, fundare urbes
56.
La sociedad civil, en consecuencia, no puede ser comprendida, para
Vico, a la manera de los iusnaturalistas, a saber: como un cuerpo
natu­
ralmente
independiente y aislado respecto de la originaria oposición, re­
ciproca y correlativa, que mantiene con la sociedad politica. La esfera de
las relaciones familiares o económicas, de vida privada o de diversas for­
mas de organización, de asociación corporativa o voluntaria, se hayan
pene-tradas
por el
Espiritu.
Se trata de lo que se podria definir corno
el
contenido ètico de la sociedad.
Asi, pues, desde el momento en el cual los
bestioni
elevaron la mirada sobre el cielo, para contemplar las ràfagas in­
candescentes que brotaban de sus entranas, la separación entre la socie­
dad civil y la sociedad politica sólo puede ser concebida corno el resul-
tado y la expresión de una
crisis -
una
escisión -
en la que lo uno y lo otro
llegan a perder su reciproca capacidad de reconocimiento. Y sólo bajo
tales circunstancias se puede justificar la idea de un Estado monolitico,
hermético, ajeno a la sociedad y, al mismo tiempo, la idea de un
indivi­
dualismo tout court7’1.
Ciecamente, para Vico, la sociedad civil es el resultado de lo que de­
nomina
las necesidades o utilidades humanas de la vida social.
Pero, pre­
cisamente por elio, es decir, porque se trata de la vida social en su com-
plejidad y riqueza, conviene advertir que la sociedad civil que Vico va
pacientemente tejiendo en
Scienza nuova
, no consiste ùnicamente en la
descripción histórico-filosófica del
sistema de las necesidades,
esto es: del
surgimiento, desarrollo y consecuente reconstrucción de las relaciones
económicas o de la producción material, sino también - y al mismo tiem-
56 Ivi, pp. 168-169.
5' Vico, con pieno convencim iento de la razón histórica, rubricarla los argum entos ex-
puestos p or Marx en el
Pròlogo
a la
Kritik
del '59, y que podrfan resum irse de la siguiente
manera:
(a.) Ninguna sociedad se plantea tareas para cuya solución no existan ya, o estén en vi­
as de aparición, las condiciones necesarias y objetivas; (b.) Ninguna sociedad desaparece ni pue­
de ser substituida por otra si antes no se han desarrollado las nuevasformas de vida, que le son
inmanentes a su desarrollo.
Tales resultados de la investigación m arxiana son validos, incluso,
para los llamados
periodos de crisis organica
de las sociedades históricam ente determ inadas.
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